LOS
ANIMALES
El Reino de los Animales está formado por más de un millón de especies diferentes. Los Animales se caracterizan porque pueden desplazarse, son heterótrofos (se alimentan de plantas o de otros animales), tienen sensibilidad y responden muy rapidamente a los cambios de su entorno.
Los animales se diferencian unos de otros según su tipo de alimentación y así pueden ser carnívoros, herviboros o omnívoros, según su desarrollo embrionario y así pueden ser ovíparos o vivíparos, según el medio en que viven pueden ser acuáticos o terrestres y según su esqueleto.
Los Animales se clasifican en dos grandes grupos : los animales Vertebrados y los animales Invertebrados, según posean o no esqueleto interno.
Los Animales Invertebrados conforman el grupo más numeroso de los animales. Los Invertebrados se dividen en muchos grupos más pequeños. Los más importantes son los Poríferos, Celentéreos, Gusanos, Artrópodos, Moluscos y Equinodermos.
Los Animales Vertebrados se dividen en cinco grupos dependiendo del recubrimiento de su piel, el tipo de extremidades y la forma de reproducirse. Los grupos son: Anfíbios, Reptiles, Peces, Ave
Hacer referencia a la importancia de los animales
obligaría a escribir grandes volúmenes y gran cantidad de páginas. Sin embargo,
acaso un modo didáctico y alejado de los academicismo mediante el cual resulta
posible orientar su relevancia para los seres humanos consiste en la sencilla
tarea de referirse a los animales domésticos y aquellos de vida salvaje.
Los mamíferos, por su cercanía conductual y biológica con los hombres, han sido los primeros animales en ser domesticados. En este sentido, sobresalen aquellas especies que, por su relativa docilidad, han sido incorporadas como alimento para la selección, crianza y diversificación. En esta área, se citan los bovinos, los porcinos, los ovinos y los caprinos. En otro orden, algunas especies se han preferido para el trasporte de carga, como ocurre con los burros, las mulas e, incluso, los elefantes. En algunos casos, los animales han adquirido una importancia combinada, como ocurre con las llamas o los camellos. Por otra parte, algunos mamíferos han sido elegidos como animales de compañía; vale destacar aquí a los gatos y, en tiempos actuales, a algunos roedores, como el hámster e incluso los ratones de laboratorio. Las aves han recorrido un camino similar, en lo que hace a su finalidad alimentaria (gallinas, patos, pavos, gansos) o de compañía (loros, canarios).
Sin entrar en la consideración de los animales salvajes y su fundamental importancia en la ecología y la preservación del medio ambiente mundial, corresponde destacar entre los animales domésticos a dos formas de vida que acompañan al hombre desde tiempos inmemoriales. Se trata del caballo y el perro. El caso particular del caballo ha sido relevante, dado que su presencia en la historia de la civilización lo convierte en un componente ineludible de ésta. Para los cánidos, la sorprendente relación que los vincula con los seres humanos data de los primeros tiempos de ambas especies sobre la faz del planeta. Para las diferentes culturas, el perro ha significado compañía, defensa (fuerzas de seguridad, perros guardianes), tareas varias (lazarillos, perros de rescate), cacería del sustento, protección del ganado (ovejeros), alimento (esquimales y otros pueblos), progresos científico (sujetos de experimentación) e innumerables otros papeles que convierten al perro en el animal de referencia a la hora de definir su importancia en la senda conjunta en la que transitan con los seres humanos.
Los mamíferos, por su cercanía conductual y biológica con los hombres, han sido los primeros animales en ser domesticados. En este sentido, sobresalen aquellas especies que, por su relativa docilidad, han sido incorporadas como alimento para la selección, crianza y diversificación. En esta área, se citan los bovinos, los porcinos, los ovinos y los caprinos. En otro orden, algunas especies se han preferido para el trasporte de carga, como ocurre con los burros, las mulas e, incluso, los elefantes. En algunos casos, los animales han adquirido una importancia combinada, como ocurre con las llamas o los camellos. Por otra parte, algunos mamíferos han sido elegidos como animales de compañía; vale destacar aquí a los gatos y, en tiempos actuales, a algunos roedores, como el hámster e incluso los ratones de laboratorio. Las aves han recorrido un camino similar, en lo que hace a su finalidad alimentaria (gallinas, patos, pavos, gansos) o de compañía (loros, canarios).
Sin entrar en la consideración de los animales salvajes y su fundamental importancia en la ecología y la preservación del medio ambiente mundial, corresponde destacar entre los animales domésticos a dos formas de vida que acompañan al hombre desde tiempos inmemoriales. Se trata del caballo y el perro. El caso particular del caballo ha sido relevante, dado que su presencia en la historia de la civilización lo convierte en un componente ineludible de ésta. Para los cánidos, la sorprendente relación que los vincula con los seres humanos data de los primeros tiempos de ambas especies sobre la faz del planeta. Para las diferentes culturas, el perro ha significado compañía, defensa (fuerzas de seguridad, perros guardianes), tareas varias (lazarillos, perros de rescate), cacería del sustento, protección del ganado (ovejeros), alimento (esquimales y otros pueblos), progresos científico (sujetos de experimentación) e innumerables otros papeles que convierten al perro en el animal de referencia a la hora de definir su importancia en la senda conjunta en la que transitan con los seres humanos.
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