La moda (del francés mode, y éste del latín modus, "modo" o "medida") es el "uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o en determinado país, con especialidad en los trajes, telas y adornos, principalmente los recién introducidos."1 Se trata de un conjunto de tendencias en el vestir (ropa, accesorios), en los estilos de vida y en las maneras de comportarse, que marcan o modifican (temporalmente) la conducta de una persona o de un grupo de personas. Las tendencias de la moda dependen de muchos factores: sociales, económicos y políticos, entre otros (véase globalización).
Historia de la moda en la industria del vestido.[editar]
[[Archivo:Norma Talmadge 2b.jpg|thumb|175px|Norma Talmadge, prototipo de flapper.]]f
Siglo XVI[editar]
En el Renacimiento italiano se acostumbraba por parte del genero masculino el uso de capa corta y sin capucha, birrete, sombrero con plumas y zapatos de punta roma y ancha. Las mujeres también llevaban bullones y acuchillados en las mangas, y su gorguera rizada, además de las faldas y sobrefaldas, jubones y corpiños, capas o mantos rozagantes y su cofia para la cabeza.
A partir de la segunda mitad del siglo, la creciente importancia de la monarquía española, impone en Europa el estilo de la corte del emperador Carlos I de España, un estilo de gran sobriedad, caracterizado por el uso de colores oscuros y prendas ceñidas, sin arrugas ni pliegues y aspecto rígido, sobre todo en las mujeres en las que se impone el uso del verdugado. En el borde superior de la camisa se uso un cordón que dará lugar a la gorguera o lechuguilla.
Siglo XVII[editar]
En esta época domina la moda francesa tanto en hombres como en mujeres. Se utilizaban los calzones cortos con medias de seda, chupa y casaca que, a mediados del siglo, se vuelve más reducida y con pliegues laterales hacia atrás y mangas estrechas. Con la caída de la dinastía francesa vuelve el traje simple y se llevan calzones ajustados hasta media pierna, chaleco, corbata y casaca, faldones con cuello alto y vuelo, pelucas empolvadas y rematadas por un lazo, incluso sombreros de tres o dos picos. Después de la revolución, se deja el cabello largo y liso, sombreros de copa alta cónica o en tubo, con alas cortas y más tarde zapatos con tacón de color al que se añaden lazos o hebillas y botas altas con vueltas. La mujer viste con painers o verdugados anchos y aplastados en los dos frentes, corpiño acorsetado y escote con gasas o encajes. Polonesas, batas con cuello de encaje y manga larga. En el traje francés, corpiño puntiagudo, mangas abolladas, faldas rectas y abiertas, que luego son drapeadas con polizón y larga cola. Cuello doblado, mangas tirantes hasta el codo con chorreras. Junto con la revolución desaparece el vuelo de la falda y se imita a las vestiduras clásicas: talle alto, chaquetilla corta con manga larga, falda con pliegues, grandes escotes, chales y guantes largos. En cuanto al peinado, hacia atrás con rizados que luego se hacen más altos y voluminosos con tirabuzones, lazadas y plumas. Bonetes y sombreros de alas anchas. Zapatos con tacón alto y punta estrecha, y luego de algún tiempo se pasaron a los bajos
Década 2000-2010[editar]
En esta época toma fuerza el concepto de tribus urbanas. Si bien las subculturas ya existen desde los 60´s y 70´s (Vease Beatnik y Hippies) algunas no adoptan el sentimiento contracultural que dio origen a algunas de ellas, siendo únicamente identificables por su forma de vestir (véase por ejm. cultura emo. Estos conceptos influyeron directamente en los modos de vestir, principalmente por la creciente exposición a los medios masivos como internet . Los hombres tanto como las mujeres adoptan el chándal para todo tipo de trabajo u ocasión. Las mujeres usan borcegos, zuecos o sandalias. Se reincorporan prendas de los años 1980, regresando el estampado floreado. Se usan los shorts, polleras, y pantalones tiro alto y las minifaldas.
2010-2015[editar]
Los hombres implementan el escote en V junto con pantalones pitillos (o chupines) y zapatillas de marca. Los pantalones blancos en los hombres son sensación, en cambio, los pantalones oscuros aportan una gran elegancia, tanto como las camisas abiertas con remeras o camisetas debajo y arremangadas. Las mujeres prefieren moda fresca pero con un toque moderno, poco maquillaje, cabello natural pero con peinados estructurados combinando un poco de moda de los año 1960. El vintage tiene fuerte presencia en el guardarropa femenino. En cambio en el vestir masculino empieza a crecer una moda alternativa que busca identidad, donde influyen las tendencias y estilos propios, siendo un poco más arriesgado y divertido.
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